La primera impresión al visitar el lugar en Punta Gallarut fue de atracción total hacia el magnífico panorama que se percibía desde todo el frente marítimo de la parcela. Enseguida vimos que era necesario que todas las piezas clave de la futura vivienda pudieran disfrutar de aquel paisaje.
Por otro lado, sabíamos que la orientación norte, la que produce efectos más desapacibles en el disfrute de las viviendas, nos quedaba en la parte trasera y que si situábamos la casa en la cota topográfica adecuada podíamos proteger bien el futuro edificio del famoso viento seco del norte.
Así fue como se generó un trazo direccional que nos marcaba la orientación norte sur y que seria la generatriz de un sencillo entramado de líneas convergentes en un punto imaginario situado más al norte del solar que definen la nueva casa.
Espacios entre muros
Puede que la forma más habitual para definir un edificio de vivienda en esta parcela concreta hubiese sido un rectángulo paralelo a la carretera, pero a veces hay sugerencias que recibes del mismo terreno y que ayudan a encontrar opciones que permanecían escondidas en el mismo lugar. Así fue como vimos que este solar nos pedía situar la vivienda como un conjunto de piezas en forma de abanico que se generan en la parte más interior y salen expandidas hacia las buenas vistas. Los muros son generadores de espacios a la vez que cumplen una función estructural clave: ellos son los únicos elementos portantes con todas las ventajas que ello comporta. Entre ellos puede haber patios, columnas de luz natural, juegos de distribución, establecimiento de zonas, etc. Su versatilidad hace que la circulación entre ellos pueda aportar sorpresas en el recorrido para acceder a las diferentes partes de la vivienda.
Las zonas más públicas: patios y mirador
Una pequeña explanada definida por dos pinos y un olivo determinan un espacio de bienvenida neutro, sin que todavía podamos percibir en que tipo de lugar estamos entrando. Los muros de 1,80 metros de altura que contienen tierras o delimitan la parcela, ayudan también a conseguir que este lugar este fuera de vistas de los vecinos y de la calle y son claves en la definición del ambiente. La sala de estar se diseña como el elemento clave de la nueva casa. Se trata del espacio más público y donde se centra la vida de la vivienda. Una gran terraza conecta el estar y la piscina y también se extienda a través del césped envolviendo la gran vidriera frente al estar interior y llegando a definir un mirador de 26 metros de amplitud en primera línea sobre el Puerto. Esta zona, donde la piscina rebosante ejerce funciones de frontera entre espacio público y el más intimo de los dormitorios, ocupa una posición totalmente plana y suficientemente elevada para aprovechar estas vistas únicas de este solar sobre el Puerto.
Es interesante resaltar la función de los patios de luz natural que ayudan a iluminar la parte interior de la vivienda, sean baños o pasillos, a la vez que aportan sorpresas espaciales en los recorridos interiores.
Las cubiertas de todos los módulos de la planta baja se convierten en jardines con una triple función: primeramente se convierten en parte del paisaje y se confunden con el entorno desde las miradas que pueden percibirse desde la carretera. En segundo lugar, esta opción verde ayuda a conseguir los parámetros de aislamiento y bien estar de la vivienda. Finalmente se convierten en espacios verdes que ayudan a potenciar la sensación de jardín que se percibe estando en la terraza del dormitorio principal.
- Localització: Port de Maó (Menorca)
- Any: 2013
- Superfície: 666m²
- Col·laboradors: Domènec Enrich, arquitecte
- fotògraf: Lluís Real